Hoy en día el Employee Engagement es un concepto en pleno auge. Sin embargo, muchas personas suelen utilizar motivación y engagement como si de sinónimos se tratara. Te sorprenderá saber que no es lo mismo hablar de trabajadores motivados que de trabajadores comprometidos. Y para tal, hoy te traemos una infografía donde podrás ver los 5 principales aspectos para determinar qué tipo de colaboradores tienes en tu empresa.
Una forma clara de explicar la diferencia entre un empleado comprometido y otro motivado es esta historia procedente del speaker Paul Marciano:
“Imagínese ver un equipo de empleados que trabajan duro para acabar un proyecto antes de plazo. Si lo hacen, serán recompensados con un bonus por parte del cliente. Como observador, puedes ver a todos los empleados plenamente metidos en la tarea, trabajando duro, y les dices: ‘estáis realmente motivados’.
En el último momento, algo va mal, ya sea un ordenador que se bloquea o que el equipo se da cuenta que no tiene los recursos suficientes para completar el proyecto a tiempo, por lo tanto no recibirá el bonus. Ahora, si te fijas, tienes dos grupos de personas: los que miran el reloj y dicen ‘Ah, bueno, por lo menos lo hemos intentado. Hora de irse a casa’, y los que dicen: ‘¿Qué es lo que podemos hacer para acabarlo?”
¿A quién quieres en tu equipo?
Como decíamos en la infografía, los empleados comprometidos están en el juego por el bien del juego, creen en la causa de la organización. Los empleados motivados están solo por lo que pueden conseguir. Cuando les quitas la zanahoria, el esfuerzo del empleado motivado desaparece; en cambio, los empleados comprometidos son resistentes, continúan trabajando hasta completar la tarea y persiguen la consecución de la misión de la empresa, a pesar de los problemas del entorno que se puedan encontrar.
Los colaboradores comprometidos se mantienen con los dos pies en el bote y reman con fuerza hacia el destino que tienen que alcanzar. Por el contrario, los colaboradores motivados, cuando las cosas se complican, empiezan a buscar otros barcos a los que saltar o bien esconden la cabeza con la esperanza de no llamar la atención.
Otra diferencia importante la encontramos en la calidad del trabajo. Los empleados motivados solo quieren llegar a la línea de meta para conseguir su premio. En cambio, cuando existe engagement con la empresa, lo que quieren es ganar y hacer lo mejor posible sus tareas. Es decir, tomarse su tiempo para hacer las cosas bien. Ser un empleado comprometido también significa prestar atención al entorno. Mostrar pasión por el trabajo, reflexionar sobre el mismo y marcar la diferencia dentro de la organización.
¿Cómo logramos el engagement de nuestros empleados? ¿Cómo podemos conseguir que trabajen sintiéndose orgullosos de la empresa a la que pertenecen? No olvides consultar otras entradas sobre employee engagement en nuestro blog y descubre las claves que necesitas en tu organización.
Fuente: velasconsulting.com
Imagen destacada: elearningindustry.com
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Bueno, matizaria un poco. Desde mi punto de vista existe una confusion entre lo que es motivacion externa e interna y compromiso en la infografia. Aunque la idea de fondo la comparto -si hablamos de motivacion extrinseca o estímulo-, creo que un empleado comprometido por definición esta motivado (internamente). Otra cosa es que un empleado motivado este necesariamente comprometido con su empresa, lo puede estar solo con su trabajo, por ejemplo.
Estoy de acuerdo con Javier. Creo más en que son aspectos que debemos intentar complementar (motivación intrínseca en la mayor medida) para obtener los mejores resultados. Los empleados comprometidos pero desmotivados están en la antesala de la insatisfacción, y de ahí a perder en compromiso, al menos proactivo, puede haber un paso.
Estoy de acuerdo aunque echo en falta algo importante.
Las políticas de reclutamiento, retribución y de carrera actúan de imán sobre perfiles muy concretos. Si solo hay pasta y negamos formación, desarrollo, integración y participación obtendremos personas motivadas -si acaso- con perfil mercenario.
Pero si somos generosos con lo anterior, se desarrolla la motivación transitiva y desarrollamos trabajadores con sentido de la Misión. Totalmente comprometidos con una causa mayor que sus propios intereses personales.
Pero no son los trabajadores sino las políticas de RRHH las que deben poner en valor el compromiso con políticas coherente y alineadas a la clase de trabajadores que quieres