¿Cómo conseguir que los equipos de trabajo sean más participativos?

Seguramente, en varios momentos de la vida nos hayamos topado con situaciones en las que diferentes personas entienden una misma situación de manera distinta o, incluso, resuelvan un problema de un modo totalmente dispar obteniendo un resultado similar. Esto se debe a la diversidad cognitiva.

La diversidad o heterogeneidad cognitiva se refiere a cómo las personas entienden y procesan la información. Esto es, las diferentes experiencias vividas y formación de cada persona influyen en los distintos niveles de conocimiento, desarrollo de habilidades y capacidades de cada una de ellas y esto, a su vez, interviene en la manera de interpretar y dar respuesta a las situaciones. Así, la diversidad cognitiva contribuye a conseguir unos resultados y no otros, es decir, interviene como mediadora en las situaciones y, de ella dependen, en parte, las consecuencias que se obtengan.

Hay estudios que demuestran que la diversidad cognitiva hace que las y los directivos contemplen un rango más amplio de opciones a la hora de tomar decisiones, además de promover la participación y debate en el equipo. Asimismo, se entiende que estas personas interactuarán más con el equipo lo que, a su vez, incrementará el número de propuestas e ideas dentro del mismo.

Los beneficios de constituir equipos con diversidad cognitiva se pueden resumir en:

– Aumento de ideas y aportaciones: al formar equipos con personas que razonan de diferente manera es normal que cada una de ellas plantee diferentes propuestas sobre el tema en cuestión, lo cual aumenta la probabilidad de proponer ideas mejores y más innovadoras.

– Mayor participación: dado que las personas con mayor diversidad cognitiva promueven la colaboración dentro del equipo es de esperar que los y las componentes del mismo interactúen en mayor grado.

Además, estos beneficios se retroalimentan entre sí ya que, el que haya mayor participación dentro del equipo conlleva el aumento de ideas y aportaciones y, este, a su vez, anima a las demás personas a participar más activamente siguiendo el ejemplo de sus compañeros y compañeras.

Por otro lado, puede parecer que la diversidad cognitiva importuna o rivaliza con otros tipos de diversidad si lo entendemos tal cual. Sin embargo, es posible e ideal combinar todos los tipos de diversidad ya que pueden ser complementarias. En esta línea, ya que la diversidad cognitiva depende, en gran parte, de las experiencias vividas por las personas, es lógico pensar que la diversidad en cuanto a género, etnia, raza, cultura u origen nos asegurará una parte de esta diversidad cognitiva.

Finalmente, tras ver las ventajas de tener en cuenta la diversidad cognitiva a la hora de formar equipos de trabajo, se puede considerar que queda una pregunta en el aire y esta es ¿cómo me aseguro de que la diversidad cognitiva quede recogida en la plantilla de mi empresa? La respuesta es sencilla, desarrollando un proceso de selección completo donde esta se ponga de manifiesto.

 

Imagen destacada: stocksnap.io/photo/SalvatoreVentura

Fuente: www.iegd.orgretina.elpais.comdialnet.unirioja.es